Terapia

Si vas a terapia, significa que eres un ser humano que tiene dificultades para entenderse a sí mismo, como el resto de seres humanos y que quieres hacer todo lo posible para mejorar tu bienestar psicológico.

Si vas a terapia, por lo menos te estás cuidando, ¿no sería más loco tener un problema y no pedir ayuda?

Una terapia psicológica es una interacción entre dos o más personas (si es terapia de pareja o de grupo) en la cual una persona (el paciente) expone un problema y espera ser ayudado por la otra persona (el psicólogo), que escucha sin juicios y explica por qué le ocurre lo que le ocurre y le enseña las herramientas adecuadas para enfrentarse a sus dificultades personales.

Al principio hay una o varias sesiones de evaluación y se delimitan los objetivos de terapia. A continuación, se lleva a cabo un tratamiento pactado con el paciente para llegar a los objetivos estipulados. Por último, se realiza una evaluación post-tratamiento en la que se comprueba si se han cumplido los objetivos

Utilizo varias, para adaptarme a los pacientes y a sus necesidades.

Principalmente utilizo la terapia cognitivo-conductual, es decir, trabajo pidiendo cambios de acciones y “discutiendo” creencias de forma socrática. Por ejemplo, tal vez le pueda decir a una persona que llega con síntomas depresivos, que se fuerce a salir de casa, aunque no le apetezca y que trate de ver al menos una cosa positiva en su día llevando un registro diario de cosas buenas.

Además, todo lo que hago está bañado por el mindfulness y la terapia centrada en la compasión, de forma que trabajo enseñando a los pacientes herramientas para cambiar su relación con sus propios pensamientos, emociones y sensaciones, a veces a través de prácticas de mindfulness en audio o también a través de videos y de la discusión socrática. El objetivo es que el paciente pueda aprender a separarse de sus contenidos mentales, como si fuera un observador, para que se deje de identificar con ellos y, de este modo, pueda responder de la mejor forma posible ante un evento desafiante.

Ojalá hubiera respuesta para esto y que fuera algo universal, tan sencillo como “si haces 4 sesiones conmigo, estarás bien”, pero por desgracia la psicología no funciona así, porque lo que estamos buscando es un cambio en la mente de la persona, en sus creencias (que a veces llevan años y años arraigadas), en sus conductas y en su idea de sí misma.

Se podría decir que lo habitual es un año de terapia, pero varía mucho, ya que los adolescentes necesitan mucho menos y las personas más mayores necesitan más tiempo.

Normalmente sufrimos porque no queremos sentir lo que sentimos o no queremos pensar lo que pensamos, es decir, tenemos una mala relación con nuestras sensaciones/pensamientos.

Si aprendemos a relacionarnos de forma amable con nuestras sensaciones y pensamientos, de alguna manera llega un momento en el que nos dejan de atormentar. Así que sí, hay solución para lo tuyo.

Si el tiempo y el dinero lo permite, lo ideal es hacer una sesión semanal, pero las sesiones quincenales también suelen funcionar muy bien. No suelo recomendar la terapia una vez al mes, pero si no hubiera otra forma de trabajar, siempre sería mejor que nada.